De nueva cuenta llegaron los nubarrones.
Cuando pareciera que el juego complementario había regresado a las filas azul plata, los Leones de Jahmyr Gibbs y David Montgomery pusieron en relieve que la valla de contención vaquera sigue siendo presa del juego terrestre. Con 18 acarreos para 103 yardas y cuatro anotaciones, fueron también pieza del juego aéreo con ocho recepciones para otras 90 yardas.
Por otro lado, la quinteta de guardaespaldas vaquera tuvo una tarde larga en Detroit, viendo a su mariscal de campo Dak Prescott en la lona en cinco ocasiones, testigos de un juego terrestre insistente pero inofensivo, la consigna ante la salida de CeeDee Lamb y la desaparición del George Pickens tan comentado.
No hay duda que el balde de agua fría sobre la Nación Vaquera fue desinflante al por mayor, luego de que se volvía a respirar un aire de posibilidades y probabilidades con el calendario en la mano, y aun con el tropiezo en Detroit los Cowboys seguirán vivos hasta que la matemática diga que ya no hay.
Las puertas del AT&T Stadium se reabren para otro fastuoso Sunday Night Football con un platillo lleno del ambiente de postemporada, considerando que si los Cowboys cuelgan de un hilo, los pupilos de Kevin O'Connell están a punto de precipitarse fuera de siquiera la matemática. Su blanqueada 31-0 sobre los Comandantes es señal de un equipo suelto y sin presiones, kriptonita pura para otro con el mundo a cuestas.
La defensiva de Brian Flores llega presumiendo las apenas 78 yardas por aire en 9 de 20 de Jayden Daniels, aun cuando se les pudo correr el balón al son de 107 yardas en acarreos. JJ McCarthy manejó el autobús sumando 16 de 23 para 163 yardas y tres pases a las diagonales con un juego terrestre de envidia donde Aaron Jones Sr. y Jordan Mason se sumaron para 128 yardas en 25 acarreos con una anotación.
Los Cowboys siguen en la cima ofensiva con 394.9 yardas por juego, corriendo para 119.5 yardas por cotejo siendo la decimoctava mejor de la liga. Al momento de pasar siguen siendo la número uno total con 275.5 yardas por juego. La defensiva es la 29 permitiendo un total de 378.6 yardas totales por juego, la 20 ante el acarreo al tono de 123.5 yardas por juego y de vuelta al sótano como la 32 defendiendo el pase permitiendo 255.2 yardas por juego.
Los Nórdicos tienen la ofensiva 28 en yardas totales con 275.7 por encuentro, 24 con el acarreo tabulando 104.2 yardas promedio y la 30 tirando el ovoide 171.5 yardas promedio. La defensiva color morado es la ocho permitiendo 299.1 yardas por juego, 22 ante el acarreo con 126.8 yardas y la cuarta mejor ante el ataque aéreo permitiendo 172.3 yardas promedio.
La marca de todos los tiempos es de 15-12 a favor de los anfitriones en Arlington donde la última fue un 40-3 en su US Bank un 20 de noviembre de 2022, cosechando así una racha de tres consecutivos y cinco de los últimos seis.
Pero vayamos a las cinco claves de otro encuentro de los Cowboys ante rival de la División Norte de la Conferencia Nacional (NFC) junto con el empate ante Green Bay, la derrota en Chicago y la recién debacle en Detroit, quedando pendiente esta, la visita de los Vikingos al AT&T Stadium de Arlington, Texas.
Clave 1. Hay que poner orden. Varias cosas no funcionaron ante los Leones, y luego de tres victorias consecutivas, dos ante actuales campeones de conferencia, era para que estos detalles hubieran pasado a la historia. Para empezar, Jadeveon Clowney hizo falta, desde el punto de vista que Jared Goff se movió a sus anchas y el monstruo de dos cabezas en Gibbs y Montgomery fueron verdadera amenaza no solo en el juego terrestre, pero también fueron gran respiro por aire en las bandas. Esto hay que ponerle un hasta aquí, en cuanto a presionar a JJ McCarthy para provocar el error ya que su historial en esta misma temporada ha sido ejemplar de un mariscal de campo que no ha podido encontrar su ritmo. Por lo mismo, la fila de apoyadores requiere de mayor consistencia y tal parece que el capacitar a Logan Wilson se ha tardado más de lo que se esperaba. La secundaria le dio la bienvenida a Shavon Revel y su esperado debut y estadía dentro de la titularidad está en veremos aun cuando hay poco de donde escoger si el novato no da el kilo.
Clave 2. Especialistas bajo la lupa. El juego de especialistas tuvo una tarde para el olvido bajo las lámparas del Ford Field. Con cada una de las ocho patadas de salida de Brandon Aubrey fueron un total de 261 yardas en regresos con el corredor reserva Jacob Saylors y el ala abierta reserva Tom Kennedy, proyectando un promedio de 32.6 yardas por regreso. La posición de campo fue la envidia de los equipos especiales contrarios, tomando en cuenta los siete regresos de los Cowboys para 176 yardas y un promedio de 25.1 por regreso. El juego del también especialista KaVontae Turpin por lo mismo ha sido una Carabina de Ambrosio al ver su poco impacto en los regresos, particularmente el regreso de patada de despeje, donde el propio producto de TCU en Fort Worth venía de ser una verdadera arma al momento de recuperar balones. Aubrey será el "marciano", pero los Cowboys tienen que convertir estos intentos de tres puntos a bienvenidas a las diagonales para siete puntos.
Clave 3. Obligados a mover las cadenas. La misma línea ofensiva declaró que dejaron dinero en la mesa ante los Leones y prueba de ello fueron las cinco capturas de Dak Prescott restándole continuidad al esquema ofensivo de Brian Schottenheimer. Tal parece que siguen con la idea de proporcionarle a su propio mariscal de campo un juego terrestre que le quite la presión sabiendo que pueden hilvanar una serie ofensiva que mueva el reloj y los meta a la zona roja, donde, ojo, es tiempo de entrar a las diagonales. La duda es que si Javonte Williams puede cargar con la loza al ver que Malik Davis parece no tener el caballaje para suplirlo en series independientes. La defensiva púrpura sabe atacar al contrario con el veterano Jonathan Allen a cargo junto con Jalen Redmon, Eric Wilson y el siempre activo Andrew Van Ginkel. Donde se distinguen es defendiendo el pase, siendo la cuarta mejor en la liga permitiendo apenas 172.3 yardas por juego donde se hace notar la falta de intercambios totales, donde los Vikingos tienen un -12 mientras que los Vaqueros traen un -8 en esta categoría tan importante.
Clave 4. Es cuestión de enfoque. Los Cowboys tendrán que ganar sus últimos cuatro compromisos con la esperanza de ver a las Águilas perder dos de sus propios últimos cuatro para de pronto llevarse el banderín divisional. A Philadelphia le restan juegos ante Raiders, dos ante Washington y otro en Buffalo, y juzgando por la cerrada derrota ante los Cargadores en tiempo extra del lunes pasado, los pupilos del pimentoso Nick Sirianni estarán listos para demoler al primero en la lista, cuando los Raiders (2-11) visitan a los Eagles (8-5) en el nido de la ciudad de la hermandad la tarde del domingo. Pase lo que pase, los Cowboys pueden ignorar el resultado porque ellos estarán cerrando la jornada dominical. Aquí la consigna es jugar cada momento como si fuera el último con la meta de descarrilar a McCarthy, aprovechar la falta de continuidad que ha tenido con su receptor estrella Justin Jefferson y de alguna manera desafiar al monstruo de dos cabezas en Mason y Jones.
Clave 5. A mantener la intensidad. Han sido juegos consecutivos en la cúspide de la NFL con juegos de Monday Night ante Arizona y Raiders para luego Sunday Night ante las Águilas y dos Thursday Night's consecutivos ante Kansas City y Detroit. Todo está para un equipo con marca de .500 que de pronto se da cuenta que los gránulos del reloj de arena se comienzan a diluir. La fanaticada de los Cowboys es propensa a vender sus boletos y el ver la cantidad de rojo en el AT&T Stadium ante los Jefes pudiera ser señal de que para el hincha azul plata ha llegado el momento de tirar la toalla. Con dos juegos en casa consecutivos pudiera por lo mismo ser la mecha para que el color púrpura no invada el territorio vaquero y regrese de nuevo el monstruo de 90,000 a repartir intensidad en el coso de la ciudad de Arlington.












